El envejecimiento de la piel comienza antes de los 30 años. El envejecimiento de la piel puede verse como sequedad de la piel, arrugas y líneas, piel flácida y poros de la piel agrandados.
La piel envejecida también sufre cambios de color. El color de la piel puede volverse más pálido o incluso gris amarillento. Los cambios de pigmentación también son comunes en la piel del dorso de las manos, la cara y el cuello.
Cuando la piel envejece naturalmente, se vuelve más delgada y las funciones de la piel se ralentizan. Por este motivo, aparece sequedad superficial en la piel y disminuye la elasticidad de la piel. El color de la piel envejecida naturalmente suele ser brillante y translúcido.
¡Rutina de cuidado de la piel para piel adulta en nuestro blog!
Para apoyar las funciones de la piel, se recomienda agregar agua facial a la rutina diaria de cuidado de la piel. El agua micelar de rosas contiene elastina y colágeno, que son importantes para la piel, y juntos ayudan a que la piel mantenga su juventud y elasticidad.
Antes de la crema hidratante, se recomienda dar a la piel adulta y envejecida un suero, que mejora la capacidad de la piel para mantenerse joven.